La trata de seres humanos es un crimen  silencioso, de difícil identificación y de rentabilidad semejante al narcotráfico y al contrabando de armas . No perdona a ningún país y constituye una triste y desafiante realidad de siglo XXI.

Según cifras de la Organización Internacional del Trabajo(OIT) más de 20 millones de personas  se ven obligadas a realizar trabajos forzados (incluyendo la explotación sexual) a nivel global, de las cuales 1,8 millones en América Latina y el Caribe. Guatemala es uno de los países más afectados por esta lacra y donde los mercedarios intentamos erradicarla a través de nuestro Piso de Trata. (60.000$ / año)

Estos son los 8 primeros chicos que vivirán en la Casa de la Misericordia, nuestro nuevo piso  de reinserción para los reclusos de los diferentes centros penitenciarios de Mozambique. Siguiendo la línea de nuestros Hogares de Barcelona, Zaragoza, Castellón o Elche, este proyecto atenderá a todas esas personas que no tengan condiciones ni recursos para rehacer sus vidas. Un hogar dirigido por el mercedario P. Dinnis Mario Adriano  que servirá para dar una segunda oportunidad a todos esos presos que se encuentran en la última fase antes de salir en libertad. (5.000€ / año)

Con este nuevo proyecto la Fundación se propone facilitar la adaptación a la vida fuera del recinto penitenciario de los internos, con aquellos que no disponen de un entorno familiar que les acoja y avale durante los días de permiso y no tienen techo, comida y alguien que los acompañe en su proceso de reinserción, humano y espiritual. (30.000€ / año)

Actualmente en Zaragoza existen dos prisiones: el Centro Penitenciario de Zuera y el Centro Penitenciario de Daroca. Entre las dos cárceles suman 1.306 celdas: 298 (Daroca) y 1008 (Zuera). Unas habitaciones, unos barrotes, que esconden miles de historias y problemas que no podemos obviar. Una vez fuera de la cárcel no es fácil encontrar salidas afectivas ni laborales. Muchos afectados se encuentran sin hogar, sin familia y sin trabajo. Retomar la cotidianidad representa un gran reto.
Es por ello que desde la Fundación les damos una oportunidad a través de los pisos de acogida y las tareas de reinserción laboral. En este contexto surge el Hogar Mercedario de Zaragoza, una casa de acogida que ayuda al preso a afrontar el duro proceso que supone reintegrarse a la sociedad. (40.000€ / año)

‘La Casita’ , así se conoce el piso de acojida donde disfrutan de permisos los presos de la cárcel  de Fontcalent, Alicante. Un Hogar de Acogida lleno de cariño  y amor donde es posible cumplir un sueño  muchas veces complicado: tener una segunda oportunidad después de cometer un error. (12.000€ / año)