El Papa nos enseña a «mirar a los ojos» en el Centro de Menores de Pacora
El pasado viernes 25 de enero, el Papa Francisco visitó el Centro de Cumplimiento de Pacora donde estuvo presente el mercedario P. Javier Palomares, delegado de la Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Panamá. En la liturgia penitencial llevaron la imagen de Nuestra Madre de la Merced de la iglesia de la Merced de Panamá. [Aquí puedes leer la homilía del SANTO PADRE].
Doce jóvenes fueron escogidos por las autoridades de este centro de resocialización para participar del sacramento de la reconciliación junto al sumo pontífice y otros sacerdotes. Algunos de ellos se dirigieron al sumo pontífice y le contaron parte de sus sueños y ansias de reintegración a la sociedad. «No hay palabras para describir la libertad que siento en este momento», dijo uno de los jóvenes durante la ceremonia que se desarrolló este viernes en este penal.
El encuentro del Papa con los jóvenes privados de la libertad en Pacora, es “una clave de lectura para los periodistas y para todos aquellos que intentan seguir las JMJ en todo el mundo”, remarcó el Prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, en la conferencia de prensa que tuvo lugar en el centro de prensa de Atlapa en Panamá.
Se trataría de una clave de lectura desde un punto de vista diferente “que puede parecer pequeño por el lugar”, por la poca gente, “pero muy significativo” porque “explica algo más sobre este viaje y la JMJ que tiene que ver con el magisterio del Papa en general”, que es “mirar a los ojos de la gente”, en este caso “a los chicos que han quebrantado la ley, pero que todavía pueden tener la oportunidad de redención”.
Perdón y segunda oportunidad
El sumo pontífice resaltó la voluntad de los menores e invitó a la sociedad a recibirlos nuevamente: «Todos podremos experimentar la mirada del Señor, que no mira un rótulo ni una condena, sino que mira hijos».
De acuerdo con Emma Alba de Tejada, directora del Instituto de Estudios Interdisciplinarios fueron historias muy impactantes las que hay alrededor de los jóvenes que pudieron compartir con el máximo jerarca de la iglésia católica.
Según Tejada, uno de los chicos que se confesó con el Papa Francisco no estaba muy convencido y al igual que el resto de los detenidos pensaban que el Papa sólo venía para los católicos. «Este joven que se confesó tenía muchas ganas de vengnza en su corazón, porque había perdido a un familiar cercano en una situación de violencia. Se negaba a quitarse una camiseta que le recordaba a este ser querido, apuntó.
Sin embargo, después de conversar y hacer un trabajo de acercamiento, el joven decidió quitarse esa camiseta, se acercó al Papa y al finalizar la confesión dijo que está dispuesto a cambiar y ser una persona diferente.
En este enlace puedes conocer el trabajo que la Fundación realiza en reinserción.